EDITORIAL NITU.mx
Por Arturo Medina Galindo
Una de las razones que han argüido los hoteleros, sobre la inconveniencia del crecimiento desmedido de la renta de casas, departamentos y cuartos entre particulares a través de plataformas como Airbnb, es la inseguridad de los turistas y la propensión a algún tipo de accidente como el que llevado al extremo, quitó la vida a una familia entera en los Condominios Tao en Tulum.
Cuando los hoteleros han hablado de seguridad, se refieren a las condiciones físicas de los lugares que rentan sin ser supervisados ni revisados por alguna autoridad de Protección Civil, por ejemplo, como cualquier negocio por pequeño que sea, debe aprobar. Sin tratar de “hacer leña del árbol caído” la muerte de la familia Sharp de asfixia por respirar gases no especificados aun, deja en claro el punto al que se refieren los empresarios. (Muerte por asfixia reporta FGE en muerte de familia de Iowa en Tulum).
Sin embargo, me parece que la mala imagen que se dijo pudiera hacerse del destino sucesos de este tipo, han quedado en una mínima expresión, y aunque la noticia corrió como reguero de pólvora, nunca se habló de nada que no fuera un desafortunado accidente. No quiere decir que este incidente alerte a los propietarios a revisar instalaciones cotidianamente para que no tengan que pasar por un sinsabor tan duro como este.
Lo que es un hecho, es que si el departamento en cuestión hubiera sido habitado por el propietario, el funesto resultado hubiese sido el mismo. Es decir no fue un descuido, fue un mal funcionamiento, que sin embargo se pudo evitar. Platicando con expertos en protección civil, se concluye, aunque sin la información oficial, que los gases en mención, fueron LP o CO2 proveniente seguramente del boiler, en ambos casos, si el calentador hubiera estado en algún lugar ventilado, como habitualmente sucede, y no encerrado como se observa en las pocas imágenes que han surgido de la tragedia, nunca hubiera pasado un desgracia de semejantes magnitudes.
También es un hecho que incluso en instalaciones vigiladas y supervisadas, puede haber fallos que terminen con accidentes, como el ocurrido en el hotel Princess, que al explotar una tubería de gas cerca del restaurante de la playa, provoco la muerte de una decena de personas, aquí sí, las imágenes y el desprestigio del destino quedaron de manifiesto al haber responsables de instalaciones supuestamente profesionales y supervisadas en un hotel de lujo.
Lo que es un hecho, es que el tema de la renta de alojamiento a través de aplicaciones tendrían un antes y un después, y será una bandera que los hoteleros seguramente enarbolarán continuamente como refuerzos de sus argumentos en contra de este esquema de renta de cuartos y casas.
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