En su último acto oficial como presidente, Andrés Manuel López Obrador entregó este domingo en Chetumal, Quintana Roo, las últimas obras del Tren Maya, proyecto clave de su administración. Acompañado por Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia el 1 de octubre, y por la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, López Obrador destacó la importancia de la capital quintanarroense, subrayando que estaba en el abandono antes de su gobierno.
López Obrador resaltó que la obra fue financiada sin endeudar al país y reiteró su compromiso de combatir la corrupción, lo que, según él, permitió ahorrar y destinar más recursos al desarrollo. Además, compartió que los ingresos fiscales del país han crecido, pasando de tres billones de pesos al inicio de su gobierno a más de cuatro billones en el último año.
Sheinbaum, por su parte, felicitó a los trabajadores y reconoció la trascendencia del proyecto del Tren Maya como parte de una transición histórica en México. Afirmó que López Obrador deja un legado con un nuevo modelo económico y social, y destacó su cercanía con el pueblo.
La gobernadora Mara Lezama agradeció al presidente por su apoyo al sur-sureste del país, mencionando proyectos como el Aeropuerto Internacional de Tulum y la repavimentación del bulevar Colosio en Cancún, además del Tren Maya.
La ceremonia contó con la participación de figuras clave como Gustavo Ricardo Vallejo, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y Óscar David Lozano, director general del Tren Maya, quienes reconocieron a todos los trabajadores y comunidades involucradas en el proyecto.
El Tren Maya, que ha transportado a más de 432 mil pasajeros desde su inauguración, concluye una de las obras de infraestructura más ambiciosas del gobierno de López Obrador, marcando el cierre de su administración. (Tren Maya: De proyecto a realidad en el sureste mexicano).
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