El Congreso de la Ciudad de México ha aprobado una reforma que establece nuevas reglas para el alojamiento temporal a través de plataformas como Airbnb, con el objetivo de equilibrar la competencia con los hoteles tradicionales. La iniciativa, promovida por el jefe de Gobierno, Martí Batres, ha modificado las leyes de Turismo, Vivienda y Reconstrucción, limitando la operación de estos inmuebles en la capital.
Con 49 votos a favor, 6 en contra y 9 abstenciones, el Congreso aprobó que los alojamientos que superen el 50% de ocupación anual no podrán renovar su registro y deberán esperar un año para volver a operar. Este límite aplica principalmente a viviendas turísticas en zonas residenciales, y no afecta a los inmuebles que operan bajo la Ley de Establecimientos Mercantiles, los cuales pueden solicitar permisos para periodos más largos.
Adicionalmente, la reforma incluye restricciones para evitar que viviendas de interés social o reconstruidas tras el sismo de 2017 se utilicen como alojamientos temporales. Se prohíbe destinar estos inmuebles a estancias turísticas eventuales, protegiendo así su uso para los programas de vivienda establecidos por las autoridades locales.
El dictamen también destaca la necesidad de brindar certeza jurídica y prevenir abusos, regulando la oferta de alojamiento en áreas que priorizan el acceso a vivienda popular. Sin embargo, la implementación de estas medidas ha generado críticas por parte de algunos legisladores, quienes señalan que la falta de normativas específicas podría complicar la regulación efectiva.
Con esta nueva regulación, la Ciudad de México se suma a otras grandes urbes que han comenzado a regular los servicios de alojamiento temporal, buscando equilibrar la oferta turística sin afectar la disponibilidad de vivienda para sus residentes.
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