El Tren Maya, uno de los proyectos de infraestructura más importantes del sureste de México, ha llegado a su fase final de construcción con avances significativos, pero con discrepancias en los informes oficiales sobre su progreso.
Según el Gobierno Federal, los tramos 6 y 7, que comprenden las rutas de Tulum a Chetumal y de Chetumal a Escárcega, han avanzado un 94.1% y 91.8% respectivamente. Sin embargo, la Secretaría de Turismo (Sectur) ha reportado cifras más conservadoras, indicando un avance del 69.8% y 61.4% en los mismos tramos, con corte al 30 de junio.
Estos tramos, que suman poco más de 500 km, han sido ejecutados bajo la supervisión de ingenieros militares. A pesar de las diferencias en los informes, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que la inauguración del proyecto se llevará a cabo en las próximas semanas, comenzando con recorridos en etapas desde Cancún hasta Tulum y más adelante hacia Palenque y Chetumal.
Las discrepancias entre los datos del Sexto Informe Presidencial y los proporcionados por la Sectur han generado cuestionamientos. Miguel Torruco, titular de Sectur, ha aclarado que las diferencias se deben a la actualización de los avances, pero ha minimizado la importancia de estas discrepancias, destacando que el proyecto está cerca de su finalización.
Torruco ha enfatizado que, independientemente de las cifras, lo relevante es que el circuito completo estará operativo para el cierre de la actual administración.
El proyecto, que originalmente fue presupuestado en 156,000 millones de pesos, ha visto su costo incrementado a 515,000 millones de pesos. Las razones detrás de este aumento incluyen diversos amparos legales que, según funcionarios, han retrasado y encarecido la obra. A pesar de estos desafíos, el gobierno ha defendido el Tren Maya como un motor clave para el desarrollo económico de la región sureste del país.
El Tren Maya se perfila como una pieza fundamental en el desarrollo turístico y económico del sureste mexicano, aunque su construcción no ha estado exenta de controversias, tanto por los costos elevados como por la variación en los informes de avance (Subutilización de recursos y preocupación por la transparencia en Tren Maya).
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