El Gobierno federal ha decidido no incluir a Quintana Roo en los subsidios de tarifa eléctrica destinados a aliviar los costos durante la temporada de altas temperaturas, lo que podría tener un impacto significativo en el sector hotelero y la comunidad local. Mientras varios estados del país se beneficiarán de esta reducción, Quintana Roo, a pesar de la alta demanda de energía durante el verano, no figura en la lista de beneficiarios. Los estados que sí recibirán el subsidio son Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
El año pasado, ciudades como Chetumal y Cancún en Quintana Roo, junto con otras como Campeche, Mérida, Monterrey, Acapulco, Torreón, Veracruz, Villahermosa, Tampico, Monclova, Iguala, Tepic, San Andrés Tuxtla, Tehuantepec, Ciudad Acuña, Coatzacoalcos y Tuxtla Gutiérrez recibieron este apoyo. Sin embargo, este año los 11 municipios de Quintana Roo no contarán con el subsidio. (Hoteles de Playa del Carmen).
Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las tarifas subsidiadas de verano son significativamente más bajas que las tarifas fuera de temporada. Durante el verano, el consumo básico (hasta 300 KW/h al mes) cuesta 0.755 pesos por KW/h, en comparación con 1.015 pesos fuera de temporada. El consumo intermedio (301-1,200 KW/h) es de 1.9943 pesos por KW/h en verano, frente a 2.290 pesos normalmente. El consumo alto (más de 1,201 KW/h) se mantiene en 3.620 pesos por KW/h sin importar la temporada.
La exclusión de Quintana Roo de estos subsidios podría significar un aumento significativo en los costos de electricidad para los residentes durante los meses más calurosos del año. Tanto el sector hotelero como la comunidad han expresado preocupación por el impacto económico que esta medida tendrá en una región que depende en gran medida del turismo y que experimenta temperaturas extremas durante el verano. La falta de subsidios podría traducirse en mayores costos operativos para los hoteles y un incremento en los gastos de los hogares, afectando la economía local de manera considerable.
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