El Tren Maya no empezará a construirse el próximo 16 de diciembre. El proyecto tampoco será licitado en ese mes ni la consulta del próximo 24 y 25 decidirá su puesta en marcha. En tanto, algunas comunidades ya expresaron su descontento por el proyecto.
Lo que pasará en realidad está determinado por las leyes en la materia para las obras de infraestructura, y tiene fases y tiempos perfectamente delimitados que el nuevo gobierno debe cumplir, reconoce el equipo responsable del proyecto. (Confirma AMLO que reasignarán recursos de la promoción turística para el Tren Maya).
En entrevista, integrantes de las áreas responsables de la megaobra propuesta explican que lo que arrancará en diciembre es apenas la primera fase, que licitará la elaboración del proyecto ejecutivo del tren con sus correspondientes estudios y evaluaciones de factibilidad, de mercado, legal y administrativo, de impacto ambiental, y financiero, para lo cual se ha solicitado un presupuesto de 8 mil millones de pesos al Congreso para 2019.
De forma paralela, se irán realizando las sesiones informativas con las comunidades afectadas previo a la segunda fase del proyecto, que consiste en la realización de las consultas que decidirán realmente si el tren procede o no: la consulta ambiental y la consulta indígena. De obtenerse el consentimiento de las comunidades se procederá a la tercera fase, que es –aquí sí- el registro del proyecto ante Hacienda y su licitación, para decidir qué empresas participarán en la construcción de la obra. (El Tren Maya no cuenta con manifestación de impacto ambiental).
El Tren Maya no tiene nada de maya, comunidades indígenas rechazan su construcción.
Las tres fases del proyecto pueden tomar un año o más por el número de estados, municipios y localidades consideradas en el trazo del tren, y cuyas comunidades y sectores son los primeros actores con derecho para participar en los procesos informativos y de consulta, de acuerdo con el equipo responsable. Esto significa que, de aprobarse, el inicio de construcción de la obra arrancaría hasta el 2020.
No obstante, en lo que inicia la primera fase con la elaboración del proyecto ejecutivo y la realización de los estudios correspondientes, Fonatur (dependencia promovente del proyecto) iniciará el 16 de diciembre trabajos de reparación y mantenimiento de las vías ferroviarias ya existentes, por donde corren los trenes Mayab y Peninsular, que ya cuentan con derecho de vía y autorización para realizar ese tipo de obras, y que están incluidos en el circuito del Tren Maya. Será, precisa el equipo responsable, una especie de “lanzamiento simbólico” del inicio de la obra. (Animal político).