Jaime Jaramillo, gerente general de Nizuc, uno de los hoteles high end en el Caribe mexicano, y el único que opera con una marca mexicana, señaló que ha atendido a varios magnates en los últimos meses.
Recientemente a un miembro de la realeza de los Emiratos Árabes, quien en sólo cuatro días y tres noches gastó más de ocho millones de pesos, junto con unas 30 personas que lo acompañaban.
Esto a pesar de los problemas entre organizaciones del crimen organizado en Quintana Roo, la entidad es un destino de moda en donde el mar, el clima, la naturaleza, los países, la gastronomía y la calidad del servicio son atractivos dominantes.
Interrogado sobre el interés de los viajeros acaudalados del mundo sobre estos y otros destinos mexicanos, Matthew Upchurch, fundador de Virtuoso y uno de los gurús globales en el tema de los viajes de lujo dijo que, incluso, esos mismos magnates están atrayendo a otros millonarios. (Virtuoso Travel Week reunirá a más de 300 agencias de viajes en Las Vegas).
Los turistas de este segmento son viajeros sofisticados, les gusta la aventura, y tienen información y el apoyo de profesionales para elegir sus destinos, refirió.
Así es que desde su perspectiva, ellos han encontrado valioso viajar a los destinos mexicanos y saben que, por ejemplo, la Ciudad de México no es más peligrosa que otras grandes ciudades en el mundo.
Al contrario, consideró, hoy la Ciudad de México es un destino “caliente” a donde este tipo de personas quiere ir.
Hoy los viajes familiares, los cruceros especializados, la naturaleza, la cultura y bienestar son los que concentran la atención en el segmento de lujo, señala Veranda en dineroenimagen.com.
Según las cifras de Virtuoso, el año pasado las ventas que cerraron los agentes de viajes afiliados a esta marca, alcanzaron los 21 mil 200 millones de dólares, 37 por ciento más en comparación con 2015.
Además, son los viajeros del grupo demográfico de los boomers, es decir aquellos que nacieron entre 1946 y 1964, los que siguen creciendo a la mayor tasa, 45 por ciento en la demanda de productos de viaje de alto precio.
Les siguen los de la generación X, con 24 por ciento; luego los “maduros” con 18 por ciento y finalmente los millennials con 13 por ciento.
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