Existen muchas formas de conocer una ciudad o un destino desde una perspectiva diferente, el turismo gastronómico es una de ellas, y en los últimos años se ha despertado el interés por conocer la gastronomía del lugar que se visita y aunado a la gastronomía ha surgido el enoturismo o turismo enólogo, a través del cual se muestra la riqueza de las zonas de producción vinícola.
Las actividades que engloba esta alternativa turística, van desde la visita a las tierras de plantación de la vid hasta el momento final en el que se obtiene el vino. Resulta muy interesante tanto para las personas que no tienen conocimientos enólogos, porque descubren cómo se desarrolla la producción, como para los más expertos en vino que cada temporada quieren aprender las novedades de las nuevas cosechas.
Debido a que las actividades relacionadas con el turismo enólogo son tranquilas, se realizan en grupo y no suelen suponer un gran esfuerzo físico ni económico, resultan un plan perfecto para las personas mayores, de hecho algunas agencias de viajes y operadores han desarrollado un gran producto para este nicho en crecimiento, y estados como Baja California, Coahuila, Sonora, Aguascalientes y Guanajuato, se han vuelto punta de lanza en este segmento.
El turismo enólogo se ha convertido en una opción de ocio completa e interesante para las personas mayores por varios motivos: Es un turismo que no supone una actividad física elevada, como la visita a pie por una ciudad. Entre los planes enólogos se encuentran visitar una bodega, o realizar una cata, por lo que no se necesita hacer demasiado esfuerzo.
Se puede realizar en cualquier momento del año, algo que agradecen las personas jubiladas para poder disfrutar de actividades de ocio, fuera de las temporadas de vacaciones.
Normalmente las actividades se realizan en grupo, por lo que son aptas tanto para parejas, como para ir con amigos o solos. El enoturismo no consiste en ir a una bodega a beber vino; es cierto que puede haber una cata, pero la cantidad que se consume es mínima. De forma moderada, y siempre que no esté contraindicado, el consumo moderado de vino puede tener un efecto positivo sobre la salud cardiovascular.
El auge del enoturismo ha llevado al sector hotelero a adaptar sus instalaciones a la demanda, por lo que ya es muy fácil reservar habitación en un hotel y que ofrezca visitas a bodegas, o incluso la tenga el propio establecimiento, por lo que para las personas mayores resulta una actividad muy fácil y cómoda de planificar.
Existen muchas regiones vinícolas, por lo que es otra forma de conocer zonas ya visitadas previamente, pero desde otro punto de vista.
Los viajes de turismo enólogo pueden ser escapadas de uno o dos días, por lo que son perfectas para las personas mayores que no les gusta salir de su rutina, o estar mucho tiempo fuera de casa.
En una escapada enoturista se puede combinar la visita cultural con tratamientos de salud y belleza, basados en las propiedades antioxidantes y cosméticas de la uva.
Guanajuato es uno de los estados que ha repuntado en este nicho, gracias al esfuerzo de autoridades y gobierno para promocionarlo, como se ha informado en NITU.mx. (Necesario crear infraestructura para 50 millones de turistas: Olivera).
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