En una conversación reciente con Manuel Lozano, presidente de la Asociación de Profesionales en Rentas Vacacionales, esta industria que ha crecido a pasos agigantados en el Caribe Mexicano, enfrenta cambios y desafíos en Cancún. Manuel, representante de diversas empresas del sector, destaca cómo estas han evolucionado y se han integrado cada vez más en la industria turística formal.
Según Lozano, en entrevista con Arturo Medina, uno de cada tres alojamientos en el Caribe Mexicano pertenece a la categoría de rentas vacacionales. Este notable crecimiento se refleja en las cifras de 2023, donde aproximadamente entre 45,000 y 50,000 propiedades se ofrecieron en el estado de Quintana Roo. Con un total de 130,000 cuartos de hotel en la región, las rentas vacacionales representan casi la mitad de la oferta disponible. Pero a la fecha,
la industria de rentas vacacionales ha experimentado una transformación significativa.
Desde el primer año del gobierno de Carlos Joaquín, hace ocho años, estas empresas comenzaron a pagar impuestos al hospedaje, formalizándose dentro de la economía del estado.
La nueva Ley de Turismo de Quintana Roo requiere que todas las empresas turísticas, incluidas las de renta vacacional, se registren en una base de datos estatal, lo que aumenta la transparencia y la regulación del sector.
Manuel Lozano destaca que la industria ha crecido debido a la preferencia de los viajeros por opciones más accesibles y flexibles. Las rentas vacacionales ofrecen una alternativa atractiva, especialmente para familias grandes que encuentran en estas propiedades una opción más económica y conveniente.
La profesionalización del sector es clave, según Lozano. Esto implica que tanto propietarios individuales como empresas deben cumplir con estándares de calidad y seguridad, pagar sus impuestos y ofrecer un buen servicio al cliente. Este enfoque asegura que la industria pueda competir de manera justa y sostenible.
Uno de los temas discutidos fue la necesidad de igualdad en las regulaciones entre los hoteles y las rentas vacacionales.
Lozano reconoce que existen diferencias en los requisitos y costos operativos entre ambos sectores, pero aboga por una regulación que tenga en cuenta las características específicas de cada uno.
A pesar de los desafíos regulatorios que enfrentan en ciudades como Nueva York y Barcelona, Lozano es optimista sobre el futuro de las rentas vacacionales en México, ya que dijo son entornos diferentes.
Señala que en destinos turísticos como Cancún, Puerto Vallarta y Los Cabos, las rentas vacacionales juegan un papel crucial en la economía local. Una regulación equilibrada puede ayudar a maximizar los beneficios tanto para los turistas como para las comunidades locales.
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