La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) presentó un nuevo análisis en donde se advierte que 25 millones de la industria aérea están en riesgo de desaparecer por el desplome de la demanda de viajes aéreos generada por la crisis del COVID-19.
El organismo que preside y dirige Alexandre de Juniac detalló que a nivel mundial, el sector aéreo genera alrededor de 65.5 millones de empleos, entre los que se incluyen los relacionados con viajes y turismo.
Tan solo en las líneas aéreas colaboran cerca de 3 millones de trabajadores, señala IATA en un mensaje dirigido por el líder de IATA.
Las duras restricciones de viajes que se han impuesto por la pandemia, y que durarán un promedio de tres meses, ponen en riesgo esos 25 millones de empleos que dependen de las distintas áreas de la industria de la aviación, calcula la asociación.
El análisis indica que el área más golpeada sería Asia-Pacífico, con 11.2 millones de fuentes laborales en riesgo, seguida de Europa con 5.6 millones. En América Latina serían 2.9 millones y para América del Norte 2 millones, lo mismo que en África. Medio Oriente sería el menos afectado con 0.9 millones de empleos en riesgo.
“No hay palabras para describir adecuadamente el impacto devastador de COVID-19 en el sector de las aerolíneas. Y el dolor económico será compartido por 25 millones de personas que trabajan en puestos de trabajo que dependen de las compañías aéreas”, comentó Alexandre de Juniac.
El directito agregó “Las compañías aéreas deben ser negocios viables para que puedan llevar a la recuperación cuando la pandemia está contenida. Un salvavidas para las líneas aéreas ahora es crítica”.
Hace apena hace unas semanas, IATA presentaba su pronóstico de la caída de ingresos por pasajeros, que ascendía a 252 mil millones de dólares. A la par, solicitaba acciones contundentes a los gobiernos del mundo para apoyar el sector. (IATA estima caída de ingresos de pasajeros aéreos por 252 mil MDD).
Ante el escenario sin precedentes que vive la industria aérea en este momento, IATA señala que a nivel práctico, pasada la crisis, necesitarán contingencias de licencias y certificaciones que han expirado; adaptar las operaciones y procesos a través de las reinfecciones; evitar casos importados; y encontrar un enfoque predecible y eficiente para la gestión de las restricciones de viajes.
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