El doctor Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM y titular del Centro Aspen en México estuvo en Cancún para impartir la conferencia “Drogas: un problema de salud pública”, en la que explicó que en los polos turísticos se promueve más el uso de drogas, pero ello no debe propiciar que sean tratados diferentes que todo el país.
En meses pasados el titular de la Secretaría de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero, planteó que se debería legalizar el consumo de marihuana en los dos principales destinos turísticos de México, Baja California Sur y Quintana Roo, como una medida para combatir el aumento de la inseguridad en estas zonas. (De la Madrid lo volvió a hacer, ahora la mariguana).
Aunque la postura de De la Fuente coincide con la de De la Madrid en la despenalización de la marihuana, advierte que “hacerlo solamente en los destinos turísticos sería un embrollo. No nos equivoquemos”, advirtió Sin embargo coincidió con De La Madrid en que “si se quieren resultados diferentes tenemos que adoptar medidas diferentes”. De igual forma puso de ejemplo que regiones de Estados Unidos como California, que desde principios de año se ha convertido en el mayor mercado de venta legal de marihuana del mundo.
Dicha situación dijo –que advirtió él y otros especialistas- propició que ante la baja demanda de la marihuana mexicana, miles de cultivos de cannabis en el país, se convirtieran en cultivos de amapola, que es una droga más peligrosa.
De la Fuente destacó que el problema de las drogas, es universal y nunca se podrá erradicar, pero si existen ejemplos de una gran disminución y descenso de violencia, ya que se dejó de lado el enfoque prohibicionista en el que se criminaliza a los consumidores. Además de implementar acciones preventivas, educativas, culturales y de salud pública, para hacer un programa completo que está probado funciona.
Sugirió la creación de un nuevo marco regulatorio para las drogas, a fin de reducir la “epidemia de violencia” por la que atraviesa el país derivada del narcotráfico.
Resaltó que debe ser un programa completo, basado en mayor información científica para diseñar una política pública que abarque campañas educativas en todas las escuelas del país; desde primaria donde en primera instancia se informe sobre las implicaciones del consumo del alcohol, ya que estudios nacionales han demostrado que los jóvenes que consumen alcohol a temprana edad, son más propensos a caer en el consumo de estupefacientes.
A esta campaña se sumaría otra de información sobre todas las drogas existentes y el daño que causan.
Enfatizó la necesidad de un nuevo marco regulatorio; y que no le gusta usar el término “despenalizar” “porque da la impresión de que todo mundo puede consumir lo que quiera a la hora que quiera y ese no es el planteamiento, pues lo que se busca en primera instancia es no criminalizar al consumidor.
Se refirió al consumidor en general, pero al de marihuana en particular, alertando que esta droga, propicia alteraciones en el cerebro y por ende en todo el cuerpo, por lo que no debe ser consumida ni por menores de edad, ni por adultos, pero si lo hacen estos no deben ir al sistema penitenciario mientras no promuevan su consumo.
“Es mejor que construyamos entre todos un nuevo marco regulatorio para no criminalizar a los usuarios, para bajarle a la violencia, para que haya más educación, más información, prevención y rehabilitación porque quienes tienen el problema de la adicción no son criminales y merecen un tratamiento que les permita reinsertarse en la sociedad”, dijo.
Indicó que se tienen que fortalecer las políticas públicas de salud e impulsar un enfoque preventivo para que de manera paulatina se reduzca la presencia de elementos militares en las calles, a efecto de que en los próximos 10 años México sea un país menos violento, donde las personas con adicciones no estén en las cárceles, sino en programas de readaptación psicosocial.
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