El sector hotelero de Tulum ha solicitado que las rentas vacacionales cuenten con un marco regulatorio más allá del enfoque recaudatorio actual. David Ortiz Mena, presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, destacó la necesidad de ordenar este creciente sector para evitar efectos negativos en la comunidad y en la seguridad de los visitantes.
Ortiz Mena enfatizó que, si bien “el sol sale para todos, pero se debe avanzar con orden,” advirtiendo que la expansión descontrolada de las rentas vacacionales ya está generando problemas en destinos como Tulum. Estos incluyen un aumento en los costos de vivienda y riesgos de seguridad al alojar a turistas en zonas no aptas para ello. Señaló que “el que se les cobre impuestos, no es lo mismo a que se les regule”.
El líder hotelero también subrayó la diferencia en el impacto económico y laboral entre un hotel y una propiedad en renta, argumentando que las rentas vacacionales, al no estar adecuadamente reguladas, pueden perjudicar a la comunidad local. “Merman la calidad de vida de los quintanarroenses,” declaró Ortiz Mena, agregando que sería importante investigar quiénes son los propietarios de estos edificios y si son locales.
Ortiz Mena contrastó el crecimiento desmedido de las rentas vacacionales, que en pocos años ya suman 52 mil registros en Quintana Roo, con el desarrollo paulatino de los hoteles, que han tardado cinco décadas en alcanzar 130 mil habitaciones en el estado.
Finalmente, Ortiz Mena defendió el modelo de hotel “todo incluido” en Quintana Roo, argumentando que este tipo de alojamiento ha sido clave para alcanzar los 30 millones de visitantes anuales que recibe el estado. Aclaró que, aunque las rentas vacacionales tienen su lugar en el mercado, es crucial implementar regulaciones que eviten sus efectos negativos y garanticen un crecimiento ordenado.











