Los estragos causados por los huracanes John y Milton en México han puesto de nuevo sobre la mesa la necesidad de proteger el patrimonio en contra de fenómenos hidrometeorológicos. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en Guerrero se han reportado 270 mil personas y 40 mil viviendas afectadas por el efecto de estos fenómenos.
Los expertos en seguros enfatizan que el primer paso tras un siniestro de este tipo es revisar la póliza contratada. Es vital asegurarse de contar con la cobertura de fenómenos hidrometeorológicos.
“Lo primero es revisar la póliza de cada cliente, ya sea una persona física o una persona moral, como puede ser un hotel, una bodega o una tienda y ver que efectivamente se tiene esa cobertura contratada de fenómenos hidrometeorológicos”, explica Eduardo Barrera, subdirector de Normatividad y Procesos Corporativos de AARCO, la promotoría de seguros más grande de México.
Si la cobertura contra este tipo de riesgos está contratada, lo que se debe hacer es contactar a su aseguradora, explicarle la situación y que necesita que vayan a verlo. “Funciona tal cual como en el siniestro de autos. El perito llega hasta el lugar de los hechos y va a empezar a tomar nota y evaluar los daños que se ven físicamente y lo que posiblemente pueda llegar a surgir después”, afirma.
Las afectaciones pueden ser desde muy pequeñas, como manchas o humedad, hasta muy grandes, como pérdida total. En este caso de las pérdidas totales, los asegurados deben esperar que las inundaciones cesen y que las calles estén libres de escombros para que puedan transitar maquinaria”, aclara Barrera.
El ejecutivo explica que el tiempo de respuesta de las aseguradoras varía. Factores como el estado de las avenidas, los permisos gubernamentales para acceder a la zona afectada y la cantidad de afectados pueden prolongar el proceso. Mientras tanto, muchos dependen de la respuesta gubernamental, que a menudo es lenta y limitada.
Siempre que pasamos por una situación como ésta lo mejor es contar con el apoyo de un agente de seguros. “Ésa es la clave de lo que hacemos en AARCO. Nosotros capacitamos a los agentes, los reclutamos, los asesoramos, los apoyamos para que lo que sean capaces de traducir a los clientes cuáles son los alcances de su póliza”, comenta.
A decir del experto, uno de los principales obstáculos en la cultura de aseguramiento es la falta de conocimiento y la priorización de necesidades básicas. “Las personas con un nivel socioeconómico más bajo suelen ver el seguro como un gasto, no como una inversión”, señala el subdirector de Normatividad y Procesos Corporativos de AARCO.
Esta percepción lleva a muchos a esperar ayuda gubernamental, que, aunque existe, no siempre responde de la forma y en los plazos esperados. En el caso del terremoto de 2017, cuenta Barrera, las personas que no tenían una póliza de seguro privada tuvieron que dormir en las calles, mientras que los que contaban con este respaldo, las aseguradoras se encargaron de otorgar cierta suma de dinero para los gastos de mudanza o para que pudieran pagar un hotel en caso de que fuera necesario.
¿Y si la propiedad fue adquirida a través de un crédito y está asegurada? Las pólizas de los créditos hipotecarios sólo cubren a quien dio el préstamo, no a quien adquirió la propiedad. “En este caso, hay que tener dos pólizas, una póliza que me cubre a mí sobre los daños de mi inmueble y la otra póliza, que es la que viene cuando contratamos un crédito, que cubre a la financiera”, recomienda Barrera. (Vuelos cancelados y demorados, suspensión de clases y actividades acuáticas por Milton en Caribe Mexicano).
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