El gobierno publicará un decreto para reducir de 61 a sólo 50 llegadas y salidas por hora la operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), con el objetivo de reducir la saturación del puerto aéreo capitalino y llevar más vuelos a Santa Lucía.
Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transporte, reveló que la orden pretende eliminar alrededor de 11 operaciones por hora y enviarlas al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
El decreto, que será publicado en un par de semanas, impedirá que vuelos chárter, operaciones oficiales y otros vuelos comerciales regulares operen en el aeropuerto de la Ciudad de México.
El ex titular de Fonatur, aseguró que es un decreto que les va a permitir mejores condiciones de operatividad, calculando de entre 48 a 50 vuelos por hora en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Inicialmente la intención es reducir en cerca de 20 por ciento las operaciones en el AICM, pero en el largo plazo se buscaría llegar a recortar hasta en 30 por ciento los vuelos en el puerto capitalino.
Actualmente, el aeropuerto Benito Juárez está facultado para realizar 61 operaciones por hora, 58 de ellas de aerolíneas comerciales y tres más de vuelos de gobierno.
Con el decreto, los vuelos chárter y, de forma paulatina, los de carga tendrán que abandonar el aeropuerto de la Ciudad de México. La opción que el gobierno ha planteado ya a las aerolíneas es el de llevar esas operaciones hacia los puertos aéreos de Santa Lucía y Toluca, que tienen pocos vuelos y una infraestructura conjunta para recibir a 28 millones de pasajeros al año.
Jiménez Pons dijo que Viva Aerobus, Volaris y Aeroméxico ya fueron notificadas sobre el decreto.
“Vamos a hacerlo conjuntamente, es un programa conjunto, ellos se espantan, pero al final dicen ‘vamos a colaborar’, es un programa de industria, que se tiene que trabajar con todos”, agregó.
Para que las aerolíneas acepten ir a el aeropuerto de Santa Lucía o Toluca, el gobierno trabaja en un paquete de incentivos, pero se ha topado con algunas restricciones desde el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y con Hacienda, con quienes aún está negociando ayuda fiscal, descuentos en los costos aeroportuarios, incluido el suministro de turbosina.
La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó haber pedido a las líneas aéreas que abrieran nuevos vuelos desde el aeropuerto Felipe Ángeles, esto ante las pocas operaciones que tiene a poco más de un mes de haber sido inaugurado.
El plan del gobierno es que, al final de este año, el AIFA haya recibido a 2.6 millones de pasajeros y, aunque el subsecretario de Transportes asegura que no se hará a la “fuerza”, el decreto hará que las líneas aéreas reduzcan sus itinerarios y busquen opciones en el centro del país o en otros puertos aéreos.











