Los viajes no serán lo mismo una vez que pase la crisis del COVID-19 y Delta Air Lines anticipa que incrementará las medidas de seguridad, pues ahora incluirá la parte personal que tiene que ver con la higiene y sanitización.
El CEO de la compañía, Ed Bastian, aseguró que pasada la emergencia sanitaria, Delta Air Lines será otra. De entrada, el ejecutivo comentó que la ocupación, que anteriormente oscilaba entre 80 y 90 por ciento, ahora se limitaría al 65 o 70 por ciento.
Aunque no habló sobre cómo se reflejaría en las tarifas, enfatizó que se centrará en una experiencia Premium tanto en vuelos como en los aeropuertos. “Creo que la gente pagará una prima por la excelencia como nunca antes”, destacó Bastian.
En las pocas operaciones que tiene Delta actualmente, se han bloqueado los asientos intermedios y se aumentó el distanciamiento social en las terminales aéreas, líneas de seguridad y áreas de embarque.
Hay una fuerte inversión en la limpieza de los aviones con nebulización desinfectante, y con protocolos más rigurosos en cabina, que incluyen las mesas, bolsos de los asientos, respaldos y pantallas.
El director general de Delta señaló que aún no sabe si esto continuará como tal al término de la crisis, pero sí habrá más medidas de seguridad e higiene que las que había hace 60 días.
Al presentar los resultados financieros de Delta, Ed Bastian reportó el gran colapso que representó el COVID-19 en marzo, con una caída en 90 por ciento de ingresos, comparado con el mismo mes del año pasado.
Para el segundo trimestre redujo en 85 por ciento sus vuelos programados originalmente, lo que implica 80 por ciento en los nacionales y 90 por ciento menos vuelos internacionales.
El ejecutivo estima que la recuperación de tráfico de pasajeros previo a la pandemia tomará tres años, y coincide con los analistas que el mercado doméstico será el primero que retome los vuelos, antes que la demanda internacional. (LATAM anuncia nuevos acuerdos de código compartido con Delta)
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