Boeing sigue enfrentando retos en su producción y cadena de suministro, aunque mantiene su proyección de crecimiento para este año. Brian West, director financiero de la compañía, reconoció que la posible imposición de aranceles por parte del expresidente Donald Trump podría afectar la disponibilidad de piezas de proveedores, pero aseguró que, por el momento, cuentan con inventario suficiente.
En una conferencia organizada por Bank of America, West informó que Boeing espera un impacto de 150 millones de dólares en sus ganancias del primer trimestre, debido a la baja entrega de aviones comerciales y sobrecostes en contratos de defensa y espacio. A pesar de estos desafíos, el ejecutivo señaló que el flujo de caja podría mejorar en cientos de millones de dólares durante el mismo periodo.
Estrategias para asegurar la producción
Boeing continúa con sus esfuerzos para estabilizar la producción del 737 MAX y el 787 Dreamliner, modelos afectados por problemas en la cadena de suministro. La compañía mantiene su plan de aumentar la producción mensual del MAX de 25 a 38 aviones, mientras que el Dreamliner pasará de cinco a siete unidades por mes.
En cuanto a las entregas, West indicó que en marzo se mantendrán en niveles similares a febrero, cuando Boeing entregó 31 aviones MAX y un P-8 Poseidon para la Armada de Estados Unidos. Hasta el 18 de marzo, la compañía ha entregado 13 unidades del 737, de acuerdo con Barclays.
Las entregas del avión cisterna KC-46 fueron suspendidas temporalmente por la Fuerza Aérea de Estados Unidos tras detectarse grietas en las alas de dos aeronaves. Sin embargo, West aseguró que no se espera un impacto en los beneficios ni en las entregas del año.
Perspectivas y adquisiciones estratégicas
Boeing también ha avanzado en las pruebas de vuelo del 777X, tras una pausa de cinco meses. La compañía espera comenzar las entregas del 777-9 en 2025, seguido por el 777-8 y su versión de carga más adelante en la década.
Sobre el desarrollo de nuevos aviones, West aclaró que aún está “muy lejos” en la agenda de la empresa.
En cuanto a adquisiciones, Boeing está en proceso de compra de dos de sus filiales: Jeppesen, especializada en navegación, y Insitu, fabricante de drones. Sin embargo, la compañía no planea vender Wisk Aero, empresa enfocada en taxis aéreos autónomos.
“Es una compañía pequeña pero importante, y seguiremos con ella. La tecnología de Wisk será clave para el futuro del vuelo autónomo y valiosa para el resto del negocio de Boeing”, afirmó West.
El precio de las acciones de Boeing subió un 6% tras las declaraciones del director financiero, reflejando la confianza del mercado en las estrategias de la compañía para enfrentar los desafíos actuales. (Aeroméxico modernizará conectividad en su flota Boeing 787 con Viasat).
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