El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha dado a conocer importantes hallazgos arqueológicos a lo largo del Tramo 4 del Tren Maya, el cual abarca desde Izamal, Yucatán, hasta Cancún, Quintana Roo. Este tramo incluye dos de las zonas arqueológicas más relevantes de México: Chichén Itzá y Ek Balam.
El director del INAH, Diego Prieto, presentó estos descubrimientos durante la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, destacando la riqueza cultural de la región y la importancia de estos hallazgos para la comprensión de la civilización maya, que floreció entre los años 750 y 1200 de nuestra era.
Entre los objetos encontrados como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) se encuentran:
• Un cajete decorado con una silueta compuesta, que data del periodo clásico tardío maya (800-1000 d.C.). Este tipo de vasija se utilizaba en contextos funerarios, particularmente en rituales familiares.
• Un vaso con decoración en bajo relieve de un personaje con pectoral y tocado de plumas, datado en el año 750 d.C.
• Un marcador de juego de pelota con dos jugadores y una banda jeroglífica, encontrado en Chichén Itzá y correspondiente al año 894 d.C.
• Una escultura de un personaje masculino con yelmo de serpiente con las fauces abiertas, del clásico tardío y postclásico temprano (800-1200 d.C.).
• Los cuartos del lado oriente de la plaza elevada en Ek Balam, recientemente abiertos al público.
Prieto también presentó un video sobre los trabajos en Ek Balam, conocida como la ciudad del Jaguar Negro, que tiene más de 1200 años de historia y estaba ocupada al momento de la llegada de los españoles, alcanzando su apogeo alrededor del año 800 d.C.
En Chichén Itzá, ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una de las siete nuevas maravillas del mundo, el Gran Museo de Chichén Itzá ha sido plenamente habilitado, aunque aún faltan algunos detalles en áreas de trabajo y restauración de colecciones, según informó el director del INAH.
Estos hallazgos refuerzan la importancia del Tramo 4 del Tren Maya no solo como un proyecto de infraestructura, sino también como una vía para descubrir y preservar el rico patrimonio arqueológico de la región.