El grupo de viajes británico Thomas Cook, el segundo turoperador global y el más antiguo del mundo, ha entrado en suspensión de pagos tras haber fracasado las negociaciones de emergencia con su principal accionista y sus acreedores para lograr un rescate, según ha confirmado este lunes la Autoridad de Aviación Civil británica (CAA).
La compañía, que emplea a 22 mil personas —9 mil en el Reino Unido—, “ha cesado sus operaciones con efecto inmediato”, según ha indicado el regulador en un comunicado, y tiene actualmente de vacaciones a 600 mil turistas, entre ellos 150 mil británicos, atrapados en lugares de todo el mundo a falta de ser repatriados.
Los países con más viajeros afectados por la quiebra son Grecia, Turquía, Túnez y España, según ha informado este lunes la Embajada del Reino Unido en España en un comunicado.
“We are sorry to announce that Thomas Cook has ceased trading with immediate effect.
This account will not be monitored.
Please visit https://t.co/WWiKkzLYQJ for further advice and information.#ThomasCook pic.twitter.com/Nf1X3jn97x
— Thomas Cook (@ThomasCookUK) September 23, 2019”, señala el documento original.
La empresa, con 178 años de historia, ha quebrado tras no poder asegurar los 200 millones de libras (227 millones de euros) que necesitaba como fondos extra para poder garantizar su supervivencia, tras una jornada completa de reuniones cruciales mantenidas en Londres.
“Todas las reservas del Grupo Thomas Cook, que incluyen los vuelos y las vacaciones, han sido canceladas”, ha explicado la CAA en la nota. El grupo ha anunciado en Twitter su quiebra: “Sentimos anunciar que Thomas Cook cesará su actividad con efecto inmediato. Esta cuenta será monitorizada. Por favor, visita thomascook.caa.co.uk obtener consejos e información”. El director de la compañía, Peter Fankhauser, también se ha disculpado en un comunicado: “Me gustaría pedir perdón a nuestros millones de clientes, miles de empleados y socios que nos han apoyado durante tantos años”.
La quiebra del operador británico, inventor del paquete todo incluido, que no fue capaz de adaptarse a los nuevos hábitos de los viajeros, supone un golpe muy importante al sector turístico español. (TUI vende una de sus aerolíneas y gana partida a Thomas Cook).
España era el principal destino de los clientes de Thomas Cook. Por poner un ejemplo, según las cifras de Aena, las distintas compañías aéreas del grupo enviaron a los aeropuertos españoles 3,6 millones de clientes en 2018 (7,2 millones de trayectos, contando ida y vuelta). Hoy mismo, hay entre 25 mil y 30 mil clientes de Thomas Cook en Canarias, según ha explicado a la cadena SER, José María Mañaricua, de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas. El pasado invierno invirtió 45 millones en sus propios hoteles en territorio español como parte de su estrategia de prescindir en lo posible de cadenas asociadas y cuenta con 50 establecimientos de su franquicia (sobre un total de 3 mil 150 en todo el mundo) con una capacidad de 11 mil 500 habitaciones, la mayor de todos sus destinos turísticos, según la empresa.
Mañaricua ha afirmado que la quiebra del operador británico supone un impacto “dramático” para el sector turístico canario, que afronta a partir de ahora la temporada alta, la de invierno. Según sus cifras, 60 por ciento del turismo que visita Canarias es cliente de turoperador y Thomas Cook era el segundo más importante de Europa. El gobierno autónomo, liderado por el socialista Ángel Víctor Torres, está en contacto con el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, y con los cabildos y las patronales turísticas “para responder a la crisis de Thomas Cook”, porque es un “asunto trascendental que requiere un plan de contingencia”, según ha escrito el Ejecutivo canario en su cuenta oficial de Twitter.
El gobierno de Boris Johnson ha dispuesto que se inicie un programa de repatriación durante las próximas dos semanas, que comenzará este lunes y durará hasta el próximo 6 de octubre a fin de devolver a los turistas de este país al Reino Unido.
Downing Street ha dado la orden de que un elevado número de funcionarios sean relevados de sus funciones en los distintos departamentos ministeriales y destinados a atender a los pasajeros afectados en distintos aeropuertos. Johnson ha explicado que el Ejecutivo ha rechazado rescatar a la compañía por 150 millones de libras (unos 170 millones de euros) porque hacerlo habría supuesto un “precedente de riesgo moral”. “Es un momento muy difícil y estamos con los clientes de Thomas Cook, la gente de vacaciones que se enfrenta ahora a dificultades para volver a casa, y haremos lo posible por traerlos”, ha dicho el primer ministro británico en Nueva York, donde se encuentra con motivo de la cumbre del clima de la ONU. (Los agentes de viajes declaran la guerra a Thomas Cook).
“Debido al número sin precedentes de clientes británicos que actualmente se encuentran de vacaciones y que han resultado afectados por la situación, la CAA ha asegurado una flota de aviones de todo el mundo para traer a los pasajeros de vuelta al Reino Unido”, señaló la Autoridad de Aviación Civil británica en la nota. Algunos de los pasajeros que se encuentran en “un pequeño número de destinos” podrían tener que tomar vuelos comerciales alternativos a los del programa implementado por la CAA. También se alerta de que a causa de la “significativa magnitud de la situación” será “inevitable” que se produzcan algunas alteraciones, y se pide a los clientes británicos en el extranjero que no viajen a los aeropuertos hasta tener sus vuelos de regreso al Reino Unido confirmados. “Los clientes de Thomas Cook en el Reino Unido que tienen que viajar no deberían ir al aeropuerto, pues todos los vuelos hacia el Reino Unido han sido cancelados”, alertó la CAA.
El ministro de Transporte del Reino Unido, Grant Shapps, anunció que el Ejecutivo y la CAA dispondrán decenas de vuelos chárter para trasladar de manera gratuita a casa a los clientes afectados. Shapps consideró que el colapso del operador es una “noticia muy triste para los empleados y los turistas” y dijo que el Ejecutivo también cubrirá los costes de alojamiento de los clientes que disfrutaban de paquetes vacacionales. “Pero la tarea es enorme, se trata de la mayor operación de repatriación en la historia británica desde la Segunda Guerra Mundial”, apuntó Shapps, que alertó asimismo de que habrá “problemas y retrasos”. En Alemania, otro de los grandes destinos de la compañía, las empresas de seguros coordinarán la respuesta para que los turistas puedan volver a sus países, informa Reuters. (El País).
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