La interrupción del sistema de energía de 11 horas en Hartsfield-Jackson, el aeropuerto más ocupado del mundo, ubicado en Atlanta, le costará a Delta Airlines 50 millones de dólares.
Y aunque en el caso de Cancún y Cozumel, donde DA mantiene varias frecuencias, no hubo cancelaciones y sólo algunas demoras, se suma a cientos de operaciones afectadas y miles de pasajeros que sufrieron contratiempos por la interrupción de luz en u no de los HUB aeroportuarios más importantes en el orbe.
Los problemas de Delta y sus clientes se prolongaron por segundo día con la cancelación de casi 250 vuelos el martes.
Estas se suman a más 1 400 cancelaciones y casi 3 mil vuelos demorados el lunes después que un apagón informático en su sede de Atlanta dio lugar a una caída global de los sistemas de reservas y comunicaciones.
La aerolínea recuperó su sistema central el mismo lunes, pero la ola expansiva fue tan potente que se prolongó un día más.
En una entrevista al diario Atlanta Journal Constitution, Ed Bastian, presidente ejecutivo de Delta, detalló que todavía no estaba claro dónde recaía la responsabilidad del corte entre el aeropuerto o su proveedor de servicios públicos, pero que el transportista buscará el reembolso de las pérdidas que, según estimó, oscilaban entre 25 millones de dólares y los 50 millones, señaló la agencia Reuters.
Georgia Power (GPJA.N), la empresa que suministra electricidad al extenso aeropuerto administrado por la ciudad de Atlanta, dijo que la falla estaba relacionada con un incendio en una instalación subterránea que dañó las subestaciones que dan servicio al Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta. El incendio, posiblemente iniciado cuando falló un artefacto, dañó el acceso a un sistema de respaldo, dijo la compañía.
La interrupción se produjo al comienzo de uno de los períodos de mayor tráfico del año, ya que las aerolíneas suelen tener un número significativamente mayor de pasajeros que viajan durante la temporada de vacaciones de invierno.
El grupo comercial de la industria Airlines for America (A4A) había pronosticado anteriormente que 51 millones de pasajeros volarían en aerolíneas estadounidenses globalmente durante el período de 21 días desde el 15 de diciembre hasta el 4 de enero, casi un 3,5 por ciento más que el año anterior.
Cualquier pérdida durante el período ocupado, incluidos los costos en los que se incurrió para reembolsar y cambiar la reserva de pasajeros, podría frenar las ganancias proyectadas del cuarto trimestre y el año completo de los transportistas.
Por su parte, un vocero de Georgia Power señaló que la empresa cree que un fallo en los equipos de Delta provocó el corte de electricidad. Ningún otro cliente experimentó un problema similar, agregó. Delta declinó comentar la información de la empresa eléctrica.
Los vuelos que ya estaban en el aire en el momento del problema siguieron en ruta, pero los que todavía estaban en tierra ya no despegaron.
A las 13:45 (EDT), Delta dijo que había cancelado unos 1.000 vuelos y la firma especializada de seguimiento de vuelos FlightStats Inc. había contabilizado más de 2 mil 900 vuelos demorados desde el lunes.
Delta es la tercera aerolínea del mundo por pasajeros, con 138.8 millones de viajeros el año pasado, según el grupo del sector IATA. Sólo se vio superada por poco por American Airlines y Southwest Airlines, y todas ellas vuelan principalmente dentro de Estados Unidos. (Delta anuncia frenar crecimiento de los costes unitarios en 2018).
El problema afectó a la actividad aérea en Estados Unidos y en el extranjero. Más de mil personas pasaron la noche en el aeropuerto de Narita, a las afueras de Tokio, por los problemas de la aerolínea. Con información de diario Atlanta Journal Constitution y Agencia Reuters.