Grupo Oasis, de Pedro Pueyo se une a sus connacionales que han instalado casinos en el Caribe Mexicano, ya que en el predio donde se ubica, “The Pyramid at Grand Oasis” trabaja en la instalación de un casino, que de acuerdo con fuentes cercanas a NITU.mx, se hacen sin permiso del ayuntamiento de Benito Juárez, ante la preocupación del sector hotelero de Cancún que ve un peligro en este tipo de instalaciones.
En el 2015 Iberostar, propiedad del mallorquín Miguel Fluxá, inició la operación de un casino denominado “Las Vegas”, dentro de su complejo en Playa Paraíso en la Riviera Maya, que formó parte del complejo turístico bajo el concepto todo incluido Premium, y que alberga cinco inmuebles de lujo.
Dichas instalaciones contaban con 40 máquinas de juegos (slot machines), una ruleta americana y dos mesas de Black Jack en vivo, además de pantallas para apreciar los eventos deportivos y realizar apuestas en vivo. Aunque no es un casino abierto al público y que opere todo el día como en Las Vegas, Nevada, sentó un precedente. Sin embargo, el sitio dejó de funcionar después de dos meses.
En febrero del 2015, la Secretaria de Gobernación informó que existe un proyecto para la creación de complejos de casinos tipo Las Vegas, que se instalarían tentativamente en la Riviera Maya, Acapulco o Baja California, a fin de detener el número de permisos que se otorgan para operar en zonas urbanas.
Sin embargo, este proyecto no se ha concretado. En tanto, las grandes hoteleras españolas son las que han tomado la iniciativa de crear en sus instalaciones los casinos.
El problema estriba en que los casinos o centros de apuestas tienen la práctica recurrente de subsidiar la tarifa de las habitaciones, lo que podría generar una competencia desleal en la zona. A esto se suma la perspectiva de que los casinos son centros que propician actividades como el lavado de dinero, prostitución y ludopatías como adicción al juego.
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